Alicia Gimeno, nacida en Barcelona en 1989, residió en México, donde se introdujo en el profundo arte de la caligrafía. Desde el principio, quedó cautivada por la fluidez y expresividad de las pinceladas, el delicado trazo que deja la pluma. Su exploración del acto de escribir pronto la llevó al descubrimiento de la caligrafía oriental, impregnando su obra de una profunda dimensión espiritual. Comprendió que la escritura podía trascender los idiomas y la comprensión lectora, convirtiéndose en una forma de expresión independiente, rica en significado más allá de las palabras.

La obra de Alicia no se basa en vibrantes explosiones de color. El color no está ausente, sino que es innecesario para que ella transmita sus intenciones artísticas a través de la pintura. Se centra en caligrafías abstractas que transmiten la esencia de la botánica. Con estas obras, invita al espectador a un espacio de introspección y contemplación, guiándolo a reconocer su conexión con el mundo natural, una conexión que a menudo olvidamos en nuestra vida moderna. A través de su arte, Alicia llama la atención sobre la importancia de reconectar con los aspectos más puros y simples de nuestro planeta, simbolizados por representaciones de raíces y formas naturales.

Sus pinturas van más allá de la mera exploración visual; buscan conectar con el espectador a un nivel energético a través del movimiento de la pincelada. Este movimiento encarna el concepto de Qì (氣), la fuerza vital o esencia más pura que reside en todos nosotros, expresada mediante la fluidez de la tinta, similar a la caligrafía oriental. Alicia se inspira en las filosofías orientales, incorporando conceptos como Wabi Sabi, la belleza que se encuentra en la imperfección, y Ma (間), el concepto de espacio negativo, que solo puede comprenderse plenamente dentro de su contexto. Estos elementos del pensamiento oriental no son solo estudios intelectuales para Alicia, sino experiencias vividas que busca expresar, interpretar y comprender a través de su arte.

A través de esta fusión de Oriente y Occidente, espiritualidad y expresión, la obra de Alicia Gimeno nos invita a hacer una pausa, reflexionar y redescubrir nuestro lugar dentro del mundo natural, ofreciendo una experiencia meditativa arraigada en la simplicidad y el movimiento.