Cada vez que creo, siento como si estuviera desvelando las capas de mi propia existencia, descubriendo partes de mí que habían estado ocultas, esperando ser descubiertas. Es a través de este proceso de descubrimiento que no solo comprendo quién soy, sino que también invito a otros a embarcarse en su propio viaje de introspección y conexión.

— Teté Alurralde

Teté es una artista abstracta nacida en el norte de Argentina en 1986 y residente en Barcelona. Su obra surge de una profunda necesidad de expresar sus experiencias personales. Utilizando la abstracción como lente principal, se embarca en un ejercicio sensorial de introspección, compartiendo su viaje de autoexploración con el público. A través de su arte, invita al espectador a un diálogo que fomenta la comprensión, tanto consigo mismo como con el momento presente.

El proceso creativo de Teté profundiza en el valor del tiempo y su representación en relación con las emociones subjetivas del individuo. Sus composiciones son ricas en exploración cromática, con el agua como medio fundamental. Al incorporar el agua a su técnica, abraza el elemento del azar, permitiendo que la imprevisibilidad influya en la creación de sus piezas. Esta entrega a la espontaneidad da como resultado obras tan dinámicas y evolutivas como las emociones que reflejan.

Una característica distintiva de la obra de Teté es el uso del espacio blanco, que desempeña un papel fundamental en sus composiciones. Estos espacios actúan como silencios o pausas: intervalos necesarios que equilibran y acentúan las emociones reflejadas en su obra. Su elección de tela cruda como lienzo subraya aún más su compromiso con la autenticidad, honrando las características naturales del material sin intervenciones innecesarias. Este enfoque minimalista resalta la pureza y la honestidad, fundamentales en su filosofía artística.

Teté ha expuesto su obra extensamente en su natal Argentina, donde ha alcanzado reconocimiento en la escena artística contemporánea. Su carrera continúa evolucionando, con un futuro prometedor por delante, ya que busca compartir su introspección artística con un público más amplio. Su obra invita a la pausa, la reflexión y la conexión consigo misma, con los demás y con la belleza efímera del momento.